16 diciembre - El maravilloso mundo de la publicidad navideña I


Llegada esta época del año la televisión se vuelve, aún más, insufrible. Gracias a Dios que se inventaron los discos duros multimedia. Cada tres minutos hay una pausa de quince o veinte minutos de publicidad. Dependiendo del horario nos vemos bombardeados por anuncios de juguetes (otro tema que tratará a no ser que Carlos Corso me lo quite) o por anuncios de perfume. Es cierto que en otra época uno esperaba estos anuncios como agua de Mayo. Bueno, en realidad solo esperaba el de la motera tetona que buscaba a Jacqs, los demás como que me la traían al pairo. Es cuando uno se hace mayor y tiene que empezar a buscar regalos cuando se va fijando cada vez más en este tipo de anuncios. Todos recordaréis el de "mi primera colonia...Chispas". Con ese nombre se pueden vender bujías o mecheros, pero colonias no. Pero vamos a centrarnos en la actualidad, en los anuncios raros que intentan venderte el producto.
  • Vamos a empezar por el de Loewe. Un tío disfrazado de algo raro que gira el cuello y suenan caballos. ¿Qué cojones te está diciendo? ¿Que el perfume huele a cuadra o que el colega tiene un grave problema de cervicales?
  • Oh la la (o como se llame). Una panda de payaso (con perdón para los payasos de verdad) contando una historia de no sé qué aguja de reloj que cae en un soufflé y un perro que habla. ¿Huele a soufflé? ¿A perro? ¿A soufflé de perro? ¿Te pones ese perfume y te crees que vives en el pais de Micolor?
  • Tresor de Lancome. Ruego encarecidamente ver este anuncio en Youtube. Vamos a ver. Una chica que se descalza y se pone a andar por un estanque, por muy delgada que esté hace ruido. El chavalín será sordo perdido. Por cierto al final del anuncio hay un "momento teniente" en el que se escucha "La mula está estresá"
  • El de Diesel en el que se ve a un menda corriendo y unos cuantos coches dando marcha atrás. Que yo soy el conductor de uno de los coches y a no ser que el tío venga corriendo con un hacha va a dar marcha atrás el tato. Por cierto, con ese nombre y esa temática tienes que oler a tubo de escape cosa mala.
Estos son de los que me acuerdo del nombre. Hay un montón de anuncios en los que salen los chicos o chicas saltando (te has puesto perfume, no te has comido un saco de muelles), corriendo (¿tendrán anfetas?) o tirados en sofás de moda (es lo que tiene la heroína, que te da bajona). Obviamente tienes que tener una tableta de chocolate en las abdominales (no derretida como la que tengo yo, si no bien marcada, como la de Nestlé), ser guapo o guapa y, en el caso de las chicas, no pesar más de 30 kilos. En caso contrario ese perfume no te identifica.


3 comentarios:

Carlos dijo...

En el caso del anuncio de Inés Sastre (la que camina sobre el agua) se han equivocado. Para que ella sea capaz de hacer eso, al otro lado tiene que haber un viejo de no menos de sesenta y cinco años y, fundamental, EMPRESARIO. Ella sólo se junta con estos.

No entiendo la manía de los perfumes, quillo. Con lo aseado que queda uno con su propia salivilla pegándose tres lametones. Rositas de pitiminí...

Paco Fombella Ibarz dijo...

Que pena no haber leído esto en su momento, "illo", es uno de tus mejores post. Esa vena Stewie, no la conocía.

isabel dijo...

Muy bueno, y totalmente de acuerdo con Carlos, aunque siendo mujer me duele reconocerlo.