Remar y remar

Parece que cuando uno quiere arribar a la orilla en su pequeña barca, el oleaje se vuelve más pronunciado. Un golpe de remo y la orilla no se acerca. Otro más y pareces alejarte. Pero hay que seguir remando. Remar con más fuerza por que la orilla está ahí, no muy lejos pero todavía inalcanzable. No se permite el desfallecimiento. Hay que sacar fuerzas del más pequeño músculo. Y ánimos. Sobre todo ánimos para dar otro golpe más de remo. La orilla se acerca. Aunque siga estando lejos. Pero cada vez menos.

1 comentario:

Rakel Archer dijo...

Ayquienmanejamibarcaquien...

(comentario hideputa del día)