Ya son pocas las horas que nos quedan para vivir una experiencia única en el mundo. Pocas son las horas que me quedan para embarcar rumbo a Eindhoven. Espero que sean pocas para ver al capitán subir la copa entre gritos y saltos y una nube de confetti blanquirrojo. Son pocas las horas para vivir tantas cosas...
Y sin embargo se me están haciendo deliciosamente eternas.....
P.D.: entrada dedicada a los sevillistas que van a animar en Holanda y desde aquí y a los béticos que ME animan. Por cierto Carlitos, esta mañana desayuné una tostada de escudo deliciosa
10 mayo - Pocas horas
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